En la actualidad existen incontables enfermedades que son tratadas en base a medicamentos líquidos inyectables de uso regular, administrados a partir de la utilización de jeringas precargadas y dispositivos autoinyectables que suelen ser estándares. Estos tratamientos, muy comunes para personas diagnosticadas con Artritis Reumatoide (AR), utilizan productos que impactan en la adherencia a la terapia cuando una persona posee una limitación en sus destrezas físicas. En este proyecto exploramos cómo podríamos facilitar y estimular a las personas pacientes de AR para cumplir de forma autónoma el tratamiento mediante inyectables.

DISEÑO Y SALUD

Este artículo revela los hallazgos y resultados de la tesina de graduación en la carrera Licenciatura en Diseño Industrial llevada a cabo en la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo de la Universidad Nacional del Litoral. Expone, con una perspectiva empática, resolutiva y productiva, problemáticas que poseen las personas con artritis reumatoide a la hora de autoinyectarse tratamientos líquidos.

A lo largo de todo el proyecto buscamos responder a distintos desafíos y, en el momento oportuno, concretar un nuevo sistema de autoadministración de medicamentos inyectables que posibilite y estimule al paciente a cumplir con autonomía el tratamiento, disminuya el dolor de manipulación y posicionamiento, el riesgo de lesión cutánea, estabilice las capacidades funcionales y emocionales de la persona con AR y fomente la adherencia a la terapia. Esto nos permitiría reducir los síntomas y frenar el avance de la enfermedad.

En el mercado actual existen diversos dispositivos de inyección que poseen baja usabilidad y no responden a las necesidades de una persona que padece la enfermedad. Estos inyectables suelen requerir habilidades de las cuales los pacientes carecen. En nuestra investigación contemplamos algunos factores influyentes que contribuyen a la causa raíz del error de uso. Observamos una falencia en cuanto a la manipulación y uso de los dispositivos existentes, debido a las barreras motrices del usuario–paciente, tales como la destreza, fuerza y precisión. El diseño de interfaz no se adapta al paciente y la experiencia de usuario conlleva múltiples desventajas. Los métodos de inyección son muy útiles, pero tienen muy baja usabilidad para la persona que padece AR en las manos.

Fuente: UCB Iberia. “Dificultades con las que se encuentra a diario una paciente con artritis reumatoide”

Por medio de la disciplina Diseño Industrial es posible satisfacer necesidades de un grupo creciente y digno de atención, en este caso las personas con AR, para que puedan convivir con el tratamiento de forma consciente y sostenida. De este modo, posibilitamos al usuario tener autosuficiencia, estabilizar la circunstancia variable del brote de síntomas y optimizar la funcionalidad de las articulaciones. A lo largo del desarrollo de la tesina buscamos mejorar la percepción de las capacidades de la persona con AR evitando la concepción del usuario como una persona «enferma» o con barreras físicas.

¿QUÉ ES Y QUIÉNES PADECEN ARTRITIS REUMATOIDE?

«La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad crónica, auto inmune, que ataca principalmente a las articulaciones y que provoca dolor persistente, rigidez y deformidades, además de incapacidad funcional» (Walsh et al., 1999). Girar la perilla de una puerta, abrir la tapa de una botella, atarse los cordones de las zapatillas o escribir en la computadora, son tareas que pueden llegar a ser sumamente complicadas para las personas que experimentan esta enfermedad.

Según datos recaudados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2018 la AR afecta al 1,5 % de la población mundial, de los cuales más de 400 000 fueron registrados en Argentina. Por lo general, la enfermedad se manifiesta por tener predisposición a desarrollarse por factores genéticos que son los responsables del 60 % de la causalidad de la AR. A su vez, existen causas biológicas y socioculturales que pueden incrementar la tendencia, como las infecciones, las hormonas femeninas, el tabaquismo, el estrés, la obesidad e incluso el tipo de alimentación.

A partir de las encuestas realizadas a pacientes con AR, pudimos observar que la amplitud de movimiento de los dedos de las manos de los usuarios se ve comprometida. El 90 % de los perjudicados presenta la afección en manos y el 50 %, también en muñecas. El 64 % asegura que no puede abrir y cerrar los dedos completamente (Figura 1). Los que acarrean esta enfermedad no pueden realizar fuerza, ni sostener cosas con peso, tampoco torsión con dedos y muñecas, incluso a muchos les cuesta hacer «pinza» con sus manos.

El 60 % de los pacientes con AR utiliza medicamentos inyectables para el tratamiento; deben autoinyectarse alrededor de dos veces cada cuatro semanas, un promedio de 26 veces al año. Esta es una circunstancia que les resulta extremadamente difícil y dolorosa cuando las manos y muñecas se ven afectadas por la enfermedad. El 72 % de los encuestados afirma que no pueden aplicar la inyección por ellos mismos, siempre necesitan ayuda de un tercero, que suele ser un familiar o un profesional de la salud; en muchos casos, terminan abandonando el tratamiento (Figura 2).

La falta de autonomía del paciente a la hora de medicarse mediante inyectables repercute de manera desfavorable en su vida; pierde adherencia al tratamiento desembocando en el abandono de la terapia y ello puede derivar en una discapacidad (temporal o permanente). Esto afecta tanto las capacidades funcionales de la persona —alterando su calidad de vida, su independencia y sus roles productivos—, como también las capacidades psicológicas, lo que genera en el paciente inseguridades y frustraciones.

DISEÑAR CON EL USUARIO

En este proyecto nuestro objetivo principal es promover el bienestar en la vida de las personas. Buscamos dar respuestas innovadoras a necesidades humanas aún no satisfechas. En todo momento, el proceso está enfocado en las personas y su contexto, con una función humanizadora y una misión protectora de la integridad física, cognitiva y emocional.

Examinamos las necesidades, los sueños y los comportamientos de las personas que se verán beneficiadas por las soluciones resultantes. Se procura escuchar y entender lo que estas personas anhelan, lo que necesitan, para así demarcar la dimensión de lo deseable. Una vez identificado esto, empezamos a ver nuestras soluciones a través de lo que es factible y lo que es viable.

«Esta forma de pensar del diseñador, comúnmente denominada “Pensamiento de diseño” (o «design thinking»), proclama que el diseño ya no tiene centro en el producto (bien y/o servicio), sino que el producto es el resultado de un proceso donde el centro es el ser humano y su contexto. Y donde la empatía propiamente profesada nos permite una comprensión profunda de las necesidades reales de las personas» (Torres, 2020).

En pos de escuchar y entender a nuestros usuarios, hicimos diversas encuestas y visitas para observar cómo son sus jornadas diarias al convivir con los síntomas de AR.

Para comprender con mayor profundidad cómo impacta la enfermedad en el desarrollo de actividades cotidianas, nos sometimos a la reducción de movimiento de nuestras manos (Figura 3) siguiendo el Test de la función de la mano de Sollerman, con el fin de concientizarnos y entender cómo se siente física y emocionalmente padecer las barreras que impone la AR en actividades diarias. Para lograr este objetivo, se busca ofrecer resistencia a la flexión y extensión de dedos y muñeca (para dar cuenta de la rigidez e inflamación). Para ello, se toma en consideración la biométrica, los patrones funcionales de la mano con AR y las opiniones recolectadas en encuestas a pacientes. A partir de estos criterios se crea la simulación: envolvimos nuestras articulaciones con diferentes materiales de embalaje, tales como cintas adhesivas, papeles plásticos y otros elementos poco flexibles, de tal modo que el rango de movimiento se vea reducido y a la vez que ayuden a simular la hinchazón y rigidez de los dedos.

Si bien en esta experiencia nosotros no hemos sufrido dolor, debido a que es solo una simulación, sí pudimos sentir el agotamiento físico y mental de las limitaciones en nuestros movimientos.  A nivel emocional es duro porque nos hizo sentir torpes y requiere de mucha paciencia, ya que nuestro cuerpo no responde de la forma que deseamos.

Pudimos dar cuenta de la realidad que atraviesan las personas al tener que autoinyectarse. Las posiciones por tomar son incómodas y los agarres no están adaptados a manos con poca movilidad.

DISEÑO EN DETALLE

El producto se diseñó bajo tres parámetros que se relacionan con deseos y necesidades observadas durante la etapa de investigación y el trabajo de campo. La primera necesidad por satisfacer consistió en otorgar seguridad para el paciente, orientada a minimizar al máximo los posibles daños potenciales al manipular el producto. En segundo puesto, lograr una interfase orientada a cumplir con los atributos de usabilidad, diseñada con el usuario (y no por/para el usuario), obteniendo un producto deseable de tener y de usar. Y, por último, el factor de protección física que hace referencia a la capacidad del dispositivo para ofrecer protección a la solución inyectable que resguarda en su interior.

Dicho diseño concluye en un dispositivo (Figura 4) cuya función principal es autoinyectar medicamentos líquidos en la hipodermis de forma automática a partir de dosis precargadas en un cartucho que encastra dentro del mismo, el cual es de utilización periódica según prescripción médica.

El dispositivo diseñado posee múltiples beneficios: no se fuerzan las articulaciones durante la manipulación, su uso es seguro, proporciona autonomía para inyectarse el tratamiento sin ayuda, preserva las propiedades del fármaco al venir las dosis precargadas en un cartucho, implementa un sistema de reutilización y es adaptable a condiciones de poca luz y espacio.

El principal objetivo del diseño es reducir el dolor e incomodidad durante la actividad. Para ello, se debe aumentar la velocidad de inserción de la aguja y generar una lenta dosificación del fármaco en la hipodermis. Para lograr este objetivo se diseñó un sistema mecánico que comienza a partir de un sensor táctil capacitivo que da la señal a un micro controlador para que ponga en marcha en primer lugar a un actuador que empuja el vial contra la piel insertando la aguja rápidamente. Luego, da inicio a la rotación de un motor paso a paso el cual da una cantidad de pasos programados para mover el émbolo de arriba a abajo a una velocidad controlada. Para que el émbolo se mueva, se hace girar un vástago que da movimiento a la tuerca, haciendo que el émbolo suba y baje. Este último, por su parte, es quien suministra la dosis precargada al empujar el pistón. Dicho sistema es alimentado por una batería de litio que tiene alta durabilidad y es recargable. El dispositivo admite la compatibilidad con un cable de entrada micro USB para su recarga.

En cuanto al diseño de las carcasas, tanto del dispositivo como del cartucho, se decidió utilizar el moldeo por inyección como proceso productivo que nos permitía una libertad casi total de diseño, un buen control dimensional y una gran rapidez de producción. En cuanto a la materia prima, seleccionamos plástico polipropileno y caucho de silicona por ser resistentes, de bajo costo, baja densidad, fácil de reciclar, estériles, no tóxicos y no alérgicos.

Cabe destacar que durante todo el proceso de diseño se tuvieron en cuenta los requerimientos y normativas de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), para garantizar la seguridad del paciente, la calidad y eficacia del producto, y procurar reducir al mínimo posible los potenciales riesgos asociados al uso.

HACIA UN MUNDO DE DISEÑO INCLUSIVO

Este diseño tiene como principal objetivo mejorar la calidad de la práctica de autoinyectarse —y, por consiguiente, la calidad de vida del paciente— generando un ambiente seguro que facilite y estimule a las personas con AR a cumplir con autonomía el tratamiento. Con su utilización, se disminuye el dolor e inseguridad durante la manipulación, lo que desemboca en un aumento de adherencia al tratamiento con medicamentos líquidos inyectables, se reduce el avance de la afección y se genera un mayor bienestar percibido por el usuario final; a su vez, a mediano plazo, se reducen los costos sanitarios hospitalarios y se minimizan los riesgos de desarrollar una limitación (discapacidad) física.

Por supuesto, los dispositivos médicos tienen un impacto directo en el paciente y, por ello, deben proporcionar una experiencia de usuario intuitiva que considere y comprenda a la persona. Sin embargo, este no siempre es el caso y a la hora de diseñar el elemento empático se pierde o descarta cuando se trata de desarrollar un nuevo producto.

En esta tesina exploramos cómo se puede lograr una experiencia más armoniosa para el paciente mediante el diseño centrado en el usuario. Buscamos eliminar el estigma de los dispositivos médicos y hacer una reflexión sobre la reformulación del significado de dichos productos, los cuales son instrumentos que deben ayudar a mejorar la salud del paciente elevando su calidad de vida.

Este proyecto marca un punto de partida y abre un abanico de posibilidades para la potencial concepción de dispositivos de autoinyección que se adapten a diversas enfermedades que requieren la administración regular de medicamentos líquidos. Este enfoque tiene como meta principal elevar la calidad de vida y, ante todo, salvaguardar la salud de los pacientes.

Referencias bibliográficas

Walsh, J.D., Blanchard, E.B., Kremer, J.M. & Blanchard, C.G. (1999). The psychosocial effects of rheumatoid arthritis on the patient and the well partner. Behaviour Research and Therapy, 37, 259–271.

Sollerman, C. & Ejeskar, A. (1995). Sollerman hand function test (pp. 167–176). Goteborg, Sweden.

Torres, Manuel (2020). Sobre el auténtico valor estratégico del diseño en la innovación. Polis, n° 18 (2020). https://www.fadu.unl.edu.ar/polis

Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (2013). Reglamento Técnico Mercosur de Buenas Prácticas de Fabricación de Productos Médicos y Productos para el Diagnostico de uso In vitro (Disposición núm. 3266/2013). http://www.anmat.gov.ar/boletin_anmat/junio_2013/Dispo_3266–13.pdf

Cruz G., J.A. & Garnica G., G.A. (2011). Ergonomía Aplicada. Starbook Editorial.

Gay, A. y Bulla, R (1994). La lectura del objeto: Propuesta metodológica para el análisis del objeto. 3era. ed. Ediciones TEC.

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FAUD UNC. (2015). Tecnología 1. Apunte de Cátedra de la carrera Diseño Industrial de la FAUD UNC.

Trujillo–Suárez, M. (2016, julio). Los métodos más característicos del diseño centrado en el usuario –DCU–, adaptado para el desarrollo de productos materiales. Iconofacto, Vol. 12, Nº 19, pp. 215–236.

Francisca Gattarelli

Lic. en Diseño Industrial