Palabras claves
Este artículo forma parte de los resultados obtenidos en una tesis doctoral que analizó las condiciones sociohabitacionales de familias relocalizadas en la ciudad de Santa Fe. Las indagaciones aquí presentadas proponen algunos aportes metodológicos para los estudios urbanos vinculados al trabajo de campo in situ y buscan fomentar, asimismo, la utilización y exploración de registros gráficos, como lo es la bitácora, en tanto herramienta relevante en las investigaciones cualitativas.
APERTURA
Las indagaciones que aquí se muestran forman parte de los resultados obtenidos en una investigación propia realizada entre los años 2013 y 2017.[1] En esta investigación se buscó analizar las condiciones sociohabitacionales de familias que fueron relocalizadas en nuevas viviendas en el marco de los Programas Urbanos Integrales en el barrio Coronel Dorrego, en la ciudad de Santa Fe. El estudio se basó, especialmente, en la exploración de aquellos instrumentos de política urbana que operan en estos programas y en su incidencia en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población involucrada. Se prestó particular atención al cómo, cuándo y por qué. Algunos elementos discursivos, entre ellos la vivienda digna y la tenencia segura, posibilitan desplazamientos poblacionales y facilitan, en este marco, (re)ordenamientos espaciales de la población empobrecida. La hipótesis que sustentó la investigación fue considerar que estos instrumentos de política urbana, mientras generan mejoras en las condiciones de vida de dicha población, reproducen, asimismo, condiciones estructurales de empobrecimiento de la misma. En suma, se trató de un estudio de caso «centrado en procesos históricos particulares, enlazados con las dinámicas sociales, económicas y políticas generales, especialmente signados por el proceso de empobrecimiento progresivo de nuestro país» (Gutiérrez, 2015:17).
El presente trabajo realiza un recorrido por los métodos e instrumentos que se tuvieron en cuenta para llevar adelante la investigación haciendo énfasis, especialmente, en la utilización de la bitácora como una herramienta fundamental del trabajo de campo. Estas indagaciones proponen establecer algunos aportes metodológicos para los estudios urbanos, especialmente para aquellas investigaciones que tienen al trabajo de campo in situ como uno de sus principales ejes de abordaje. Asimismo, intenta fomentar la utilización y exploración de registros gráficos como fuentes relevantes en las investigaciones cualitativas. En palabras de De Alba González (2010) «valdría la pena reivindicar el papel de la imagen fija (dibujo y foto) como una potente expresión de significados sociales, de representaciones e imaginarios colectivos». Para ello, este artículo expone, en primer lugar, la unidad de análisis y las fuentes de la investigación, para luego presentar las etapas concernientes al trabajo de campo. Finalmente, esboza algunas contribuciones en torno a la bitácora como una herramienta muy valiosa para las investigaciones cualitativas.
NOTAS METODOLÓGICAS
La bitácora es un cuaderno, a modo de diario personal, en el cual se registran avances, interrogantes y reflexiones de una investigación. Término proveniente de la náutica, «representa el diario de un barco, el documento donde se registran los acontecimientos e incidentes de una travesía» (Blancas Arroyo y otros, 2009). En la misma se incluyen observaciones, datos, anotaciones, percepciones, mapas y croquis, entre otras cuestiones recabadas en el trabajo de campo. En suma, la bitácora es el diario de trabajo, cotidiano y frecuente, de una investigación.
Teniendo como eje esta herramienta de recolección de información, para llevar adelante la investigación propusimos la utilización de métodos combinados de tipo cuali–cuantitativos, implementando estrategias de abordaje analíticas apoyadas en diversos instrumentos; entre ellos, análisis de documentos y su sistematización, entrevistas semiestructuradas y en profundidad a informantes calificados, trabajo de campo de tipo etnográfico, confección de mapeos y cartografías, toma de fotografías, entre otros.
LA UNIDAD DE ANÁLISIS Y SUS FUENTES
Como unidad de análisis consideramos a los Programas Urbanos Integrales implementados desde el año 2012 en Santa Fe, los cuales comprendieron operatorias de relocalización de población, la construcción de módulos habitacionales mínimos para estas familias y su regularización dominial, entre otras cuestiones. Como caso empírico consideramos a las familias beneficiarias de estos programas, las que fueron relocalizadas a nuevas viviendas entre los años 2013 y 2014. En líneas generales, indagamos en las condiciones sociohabitacionales preexistentes a los procesos de relocalización y en las variaciones realizadas luego del traslado (ver imágenes 1 y 2). Más allá de este recorte temporal, indagamos también en los desplazamientos previos de las familias hasta llegar a su actual residencia. Desde esta mirada, buscamos analizar cómo estos procesos se relacionan con las condiciones de vida de la población, incluida su localización espacial, y cómo esta se relaciona con la configuración del orden urbano en general, a partir de sus desplazamientos previos.
Dentro de esta aproximación, propusimos realizar la pesquisa a través de la observación directa mediante la utilización de fuentes primarias, a partir del registro in situ. La técnica de relevamiento empírico que seleccionamos fue la realización de entrevistas semiestructuradas que combinaron preguntas prediseñadas y abiertas, considerándose como preguntas disparadoras. Siguiendo estas pautas realizamos, por un lado, entrevistas en profundidad y conversaciones informales a informantes calificados en el período 2013–2017, entre ellos técnicos, funcionarios, referentes teóricos y barriales. Por el otro, efectuamos entrevistas en profundidad y conversaciones informales a 23 familias residentes de las nuevas viviendas.
LAS ETAPAS DE LA INVESTIGACIÓN Y SU PROFUNDIZACIÓN
La investigación se estructuró en tres etapas. Las dos primeras correspondieron a indagaciones teóricas en relación con los diferentes debates sobre la problemática habitacional, tanto en el ámbito internacional como local. Aquí se buscó comprender el estado del arte sobre las conceptualizaciones de vivienda digna y tenencia segura. La tercera etapa correspondió al caso empírico de investigación. Dos cuestiones incidieron en esta elección. Por un lado, la accesibilidad a información obtenida en cuanto a planimetrías y relevamientos sociales. Por otro, la disponibilidad de algunos contactos en el barrio para poder realizar las entrevistas con las familias y el trabajo de campo.
Desde este recorte, indagamos en las condiciones habitacionales preexistentes al proceso de relocalización de las familias; es decir, en la localización inmediata en donde estas fueron censadas —sobre los reservorios, sobre la traza de la vía, sobre la traza del ferrocarril—. Posteriormente, preguntamos por los desplazamientos previos que atravesaron los integrantes del grupo familiar hasta llegar a esa localización. Sobre este aspecto, indagamos a su vez por el lugar de nacimiento de las y los entrevistados, y si son nativa/os de Santa Fe, o bien de otra localidad (desplazamientos interurbanos). De este modo, investigamos, en los casos en que fue posible, respecto de los desplazamientos de los jefes y jefas de hogar y de los motivos por los que los mismos decidieron trasladarse hasta la localización previa a la relocalización, así como en los desplazamientos producidos hasta su vivienda actual (ver imagen 3). Sin embargo, en algunos casos esta cuestión fue definida de manera indirecta en relación con el cónyuge de la jefa y/o el jefe, o los hijos de estos, por imposibilidad de reunirnos directamente con los mismos. Por último, analizamos las condiciones habitacionales posteriores al proceso de relocalización, tanto en el momento inmediato del traslado a las nuevas viviendas como en las variaciones practicadas hasta la fecha en que realizamos las entrevistas. En todos los casos, esta información fue obtenida a partir de estas entrevistas personales llevadas a cabo con las familias y a través del relevamiento cartográfico de las viviendas a partir de la información recabada en el trabajo de campo.
Para esto, consideramos las contribuciones sobre la noción de hábitat residencial sustentable (AA. VV, 2004:13–15), entendiendo a la misma como una relación que abarca procesos habitacionales complejos, tanto en dimensiones objetivas como subjetivas que incluyen a la vivienda, su entorno inmediato, el conjunto habitacional, el barrio y el contexto urbano mayor. Siguiendo a esta fuente, la habitabilidad es determinada por la relación y la adecuación entre el hombre y el entorno en donde vive, y refiere a cómo cada una de estas escalas es valorada de acuerdo con un conjunto de factores que se consideran relevantes por el habitante (AA.VV, 2004a; Núñez, 2013). En este marco, la apropiación del espacio solo puede lograrse en la interrelación de esas cualidades, y desagregarse a los efectos analíticos en habitabilidad espacial (dimensionamiento, distribución y uso), habitabilidad psicosocial (asociada a las características socioeconómicas y culturales, como la identidad de lugar), habitabilidad térmica (temperatura y humedad en la vivienda), habitabilidad acústica, habitabilidad lumínica (iluminación natural), seguridad y mantenimiento (durabilidad y capacidad de administración según las características del medio geográfico, seguridad estructural, etc.). A partir de estos aportes, organizamos las variables e indicadores en seis ámbitos clasificados en: tipo de familia, vivienda (ver imagen 4), saneamiento ambiental, organización social, percepciones y desplazamientos.
LA BITÁCORA, UN MODO DE REGISTRO
Cuando hablamos de registro, de acuerdo con Guber (2016:93), «se está aludiendo a dos procesos simultáneos … tanto al recurso tecnológico por el cual se almacena información … como a la información misma». El registro es un medio por el cual se duplica el campo en forma de notas, imágenes y sonidos. En este marco, la bitácora de esta investigación constituyó un registro de trabajo fundamental, ya que nos permitió recolectar información mediante la observación directa, así como sistematizar información que para ese entonces se encontraba dispersa (ver imágenes 5 y 6.) A continuación, se describen algunas de las entradas que utilizamos:
– La información fue recopilada a medida que visitábamos el barrio y realizamos las entrevistas. En este marco, si bien asentamos días y horarios de las visitas, este registro no fue estrictamente estructurado, aunque sí organizado, ya que dejó espacio para idas y vueltas de comentarios e inquietudes entre fechas y anotaciones.
– El registro de los hechos fue indicado en el cuaderno a medida que realizábamos las entrevistas y visitas. Este fue complementado con un grabador y con la toma de fotografías en el sector. Las anotaciones referían a los contactos y vínculos establecidos en el día, lugares de encuentros, días y horarios y acontecimientos registrados; se prestó especial atención a las percepciones ya que aportan una mirada de los matices, tonos y contextos.
-También reservamos algunas páginas para anexar impresiones de los loteos y de las viviendas, las cuales intervenimos in situ; establecimos las transformaciones a las viviendas y al entorno urbano, así como las relaciones y vínculos entre las familias. A medida que realizamos las entrevistas fuimos estableciendo las relaciones sociales entre los y las habitantes o algunas características para identificarlos, sean estas referidas a su ocupación laboral, a lazos de parentesco entre los mismos, el frente de su vivienda, entre otras.
En relación con el grabador, podemos decir que el mismo «asegura una fidelidad “casi total” de lo que se verbaliza… porque un grabador no registra movimiento, gestos, artefactos materiales ni relaciones entre personas» (2016:95–96). En este sentido, la utilización de la bitácora fue de suma utilidad, sobre todo en las conversaciones abiertas que se establecían al momento del apagado del grabador o bien por solicitud de nuestros entrevistados/as: «En relación con el informante, la grabación combina un efecto de total fidelidad con otro de inhibición, reticencia o temor» (Guber, 2016:96). En estos casos, cuando finalizábamos las entrevistas buscamos, lo más pronto posible, realizar las anotaciones sobre lo conversado e indicar en el texto «no lo pude grabar». Estas conversaciones se tornaban, más bien, críticas hacia las políticas estatales implementadas o bien hacia las prácticas en proceso llevadas a cabo por las instituciones/organismos involucrados. Asimismo, al finalizar una entrevista, reservamos un momento para realizar anotaciones sobre las percepciones propias del lugar, de nuestros entrevistados, de las condiciones del barrio, entre otras cuestiones.
Igual de relevante fue la utilización de fotografías en la investigación, cuestión que por su amplitud no abordaremos en este texto. «La fotografía permite observar, analizar y teorizar la realidad social. Más específicamente, la imagen como dato ayuda a contextualizar lo observado y posibilita profundizar sobre aspectos menos visibles en otros modos de registro de lo observado» (Bonetto, 2016). En cuanto a la toma de las fotografías de la investigación, fueron captadas solo en el exterior de las viviendas para mantener la privacidad de los espacios íntimos. Esta fue una decisión personal que buscó priorizar el tono de las entrevistas y de las conversaciones manteniendo la en reserva la intimidad de las familias y hogares.
REFLEXIONES FINALES
En el marco de investigaciones cualitativas vinculadas al ámbito urbano–arquitectónico y realizadas en carreras de grado, posgrado y otros niveles, en este texto proponemos contribuir a incentivar la utilización de los cuadernos bitácoras como insumos relevantes de la investigación. Asimismo, procuramos promover las visitas a los sectores investigados recorriendo el sitio, registrando momentos, procesos, detalles y demás aspectos que solo son posibles de observar a través de este medio. En cierta manera, anhelamos cierto distanciamiento hacia la utilización de medios digitales como primera aproximación a la investigación, dando a conocer la importancia de aquellas técnicas que registran otras sensibilidades, más nobles, como lo son los dibujos, las fotografías y el registro de las conversaciones.
Al mismo tiempo, los registros producidos en los cuadernos arrojan información valiosa para entender los valores y representaciones de los contextos socioculturales en los cuales están inmersos. También para situar las percepciones de las y los investigadores, cómo ellos construyen su universo y desde dónde lo miran. Mucho se habla acerca de cómo debe ser la estructura y las pautas para la elaboración de una bitácora; sin embargo, este trabajo insta a pensar la bitácora como un diario personal. En definitiva, la bitácora ha de ser libre.
Referencias bibliográficas
Blancas Arroyo, Guillermo; Ramírez Priego, Nicte; Cervantes Sandoval, Armando; Castillo González, Miguel (2009). La bitácora: significado, construcción y aplicación en la generación del conocimiento científico. Universidad Nacional Autónoma de México. https://docplayer.es/88095751–La–bitacora–significado–construccion–y–aplicacion–en–la–generacion–del–conocimiento–cientifico.html
de Alba González, Martha (2010). La imagen como método en la construcción de significados sociales, Iztapalapa, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, Nro. 69, pp. 41–65.
Guber, Rosana (2016). La etnografía: método, campo y reflexividad. 2da. ed. Siglo XXI Editores.
Gutiérrez, Alicia (2015). Pobre, como siempre… Estrategias de reproducción social en la pobreza. Eduvim.
Mosso, Emilia (2019). Interpelaciones ideológicas sobre la vivienda: políticas urbanas de ordenamiento espacial de la población empobrecida de Santa Fe 1985–2017. UNR Editora. https://rephip.unr.edu.ar/xmlui/handle/2133/14150
Mosso, Emilia (2018). Me dieron acá, me rompieron allá. Políticas de relocalización de la población empobrecida en el barrio Coronel Dorrego en Santa Fe. Comunicación presentada en Seminario Internacional de Investigación en Urbanismo: ciudad, territorio y paisaje: hacia el Centenario de la Reforma Universitaria, 1918–2018, junio. http://hdl.handle.net/11086/6338
Mosso, Emilia (2023). Notas metodológicas sobre una investigación cualitativa. En Núñez, Ana, Matus, Christina, Mosso, Emilia, Zenteno, Elizabeth (coord.) Asentamientos populares en América Latina: formas contemporáneas de luchar, habitar y resistir, pp. 83–102, RIL editores.
Núñez, Ana (2013). Indicadores del derecho a una vivienda adecuada, en la interpretación autorizada del pacto DESC. Evaluación del Programa de viviendas IX– Dignidad, en Mar del Plata (1998– 2011), Arquisur, 1(4), Ediciones UNL, pp- 160–177.
Notas
[1] Nos referimos a la tesis doctoral «Interpelaciones ideológicas sobre la vivienda. Políticas urbanas de ordenamiento espacial de la población empobrecida en Santa Fe (1985–2017)», investigación enmarcada tanto en la beca doctoral de CONICET (2013/2018) como en el proyecto colectivo PICT 2013–2053, FONCyT/ANPCyT, ambos con la dirección de la Dra. Arq. Ana Núñez (IIDUTy Yv/FAUD, UNMdP/CONICET). https://www.youtube.com/watch?v=VGcvHgXtgiY
Cómo citar
Mosso, Emilia (2023). La bitácora, un modo de registro, Polis, Nro. 23. httpps://www.fadu.unl.edu.ar/polis/
Emilia Mosso
Arquitecta (FADU UNL). Doctora en Arquitectura (FAPyD UNR). Instituto de Investigaciones en Desarrollo Urbano Tecnología y Vivienda (IIDUTyV, Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata).