Cuando se proyectaba una celebración para los 35 años de nuestra facultad, con el auspicio de que esto ocurriría en un año tan contundente como suena el veinte-veinte, jamás imaginamos esta dramática situación que nos sacude hoy.
COVID-19, Coronavirus, cuarentena, barbijo, distancia social, nueva normalidad… Estas y muchas otras palabras se incorporaron al lenguaje cotidiano. Y, para la academia, se agregaron plataformas y clases virtuales, Moodle, Zoom, Meet, webinar, protocolos, entregas y exámenes en línea…; todo un nuevo arsenal de ideas y de palabras que muchos no sospechaban tendrían que hacer suyas, transformándolas en rutina.
En esta situación muchos de los proyectos previstos para celebrar este aniversario fueron postergados y otros se perdieron para siempre.
Pero increíblemente, y a pesar de tanta incertidumbre, la comunidad académica de FADU estuvo desde el mismo comienzo comprometida a continuar construyendo Universidad. Y, como reflejo del espíritu creativo y resiliente que tanto nos caracteriza, encontramos la manera de convertir esta gran crisis en una oportunidad. Quizás modesta, pero oportunidad al fin. Y si echamos una vista atrás, podemos decir que el trabajo realizado nos hace sentir muy orgullosos. Orgullosos de los procesos y de los resultados en la enseñanza; de la continuidad de la investigación, las publicaciones y la internacionalización, de la extensión y la vinculación con el medio, la actualización profesional y las carreras de posgrado.
Entonces, estamos ante la oportunidad de mirar a nuestro pasado como un camino para pensar un futuro mejor, como este que empieza a tomar forma en nuevos proyectos —como el Centro de Innovación y Desarrollo para la Construcción y el Diseño— o en otros tantos logros que hoy recuperan esa dimensión épica de nuestro origen y nos obligan, también, a mirar con esperanza el porvenir de esta, nuestra casa.
Es por esto que aquí está Polis #18 sumándose a esta celebración con la propuesta de un tema nunca mejor elegido, la innovación. Porque es una manera de enfocarnos desde este ahora, que se presenta tan oscuro, en un mejor y luminoso futuro que debemos diseñar colectivamente.
Ojalá pronto tengamos la oportunidad de reencontrarnos, ahora más fuertes, después de un costoso pero gran aprendizaje, para hacer todavía más grande esta facultad. Y, por supuesto, reencontrarnos, ya no para celebrar sino para festejar, que tanto nos hace falta.
Feliz 35 aniversario.
Esp. Arq. Sergio Cosentino
Decano FADU, UNL